Nacidos en las tinieblas dé la idolatría, dedicábanse estos santos al estudio de la magia; pero viendo un día la inutilidad de sus encantamientos sobre una virgen cristiana, y que los espíritus infernales eran vencidos por el poder de la cruz, se convirtieron á Dios, y recibieron el bautismo. Apenas hubieron conocido la luz del Evangelio, quemaron sus libros de magia en medio de la plaza pública de Nicomedia. Luego distribuyeron sus bienes á los pobres, y se retiraron á la soledad, para que les fuese más fácil el santificarse. Pasado algún tiempo en los ejercicios de la oración y de la penitencia, salieron de su retiro para ir á predicar el Evangelio á los gentiles, á los cuales querían hacer participantes de la gracia que ellos habían recibido.
Mas el año 250 se publicó en Bítinia un edicto de Decio contra los cristianos, y según él nuestros santos fueron conducidos á la presencia del procónsul Sabino que los interrogó con severidad, y después mandó que fuesen quemados vivos en el sitio mas público do Nicomedia, como así se ejecutó, y los mártires acabaron su vida cantando alabanzas al Señor. En Vich (Cataluña) son muy venerados los santos Luciano y Marciano, que suenan como mártires de dicha ciudad.
Fuente: La leyenda de oro para cada día del año; vidas de todos los santos que venera la Iglesia; obra que comprende todo el Ribadeneira mejorado, las noticias del Croisset, Butler, Godescard, etc |