En la provincia de Québec (Canadá), las iglesias católicas se están convirtiendo en “templos del queso, del fitness y del erotismo”.
Los confesionarios de Nuestra Señora del Perpetuo Socorro (Notre-Dame-du-Perpétuel-Secours), una imponente iglesia de Montreal, sirvieron para la exhibición de comedias, e incluso para la filmación de un video pornográfico.
El vídeo inmoral fue intitulado irónicamente “Hay mucho personal en la Misa”.
El cineasta explicó sus intenciones en la iglesia mientras una gran audiencia se reía a las carcajadas.
El templo, otrora sagrado, es hoy el Théâtre Paradoxe, donde se realizan fiestas rock iluminadas por un candelabro gigante color rosa.
En una de esas orgías, decenas de bailarines en trance bailaron alrededor de lo que fuera el altar mayor, mientras una pareja homosexual se exhibía y una mujer hacía malabarismos con pelotas.
Es muy recordado el “Halloween de los crucifijos” con bailarines casi desnudos.
Los bancos de los fieles fueron adaptados para banquetes regados con alcohol.
También hay clases para ex dependientes de drogas y delincuentes.
La antigua sacristía donde los sacerdotes se parecían para el Santo Sacrificio ahora es un vestuario “digno de una diva”, según el diario La Nación.
La iglesia de Santa Isabel, ubicada en la pequeña ciudad de Warwick, al noreste de la Gran Montréal, fue vendida por un dólar, y su nave central sirve hoy para almacenar y madurar quesos, siendo más frecuentada que la misa dominical.
En los años 50, el 95% de la población iba a la Misa, pero hoy sólo el 5% lo hace.
Hasta abril de 2018 fueron cerradas, vendidas o transformadas 547 iglesias según el Consejo del Patrimonio Religioso de Quebec.
La iglesia de San Matías, que atendía espiritualmente gran número de obreros de las fábricas, se convirtió en el restaurante Le Chic Resto Pop, para artistas bohemios.
Los comensales se refractan entre tumbas, hoy vacíos, de sacerdotes que inmolaron sus vidas por los parroquianos más necesitados.
Jean Morin, propietario de La Fromagerie du Presbytère que compró la iglesia por un dólar y ganó el Gran Premio del Queso Canadiense defiende que “para mí, el paraíso es producir mi queso aquí”.
Lo que el ateísmo de la Rusia soviética apenas logró hacer, el “progresismo” está realizando en profundidad.
Pero para los funcionarios de la Iglesia católica de Quebec se trata de mera cuestión de demografía y pragmatismo económico.
Mons. Christian Lépine, arzobispo de Montreal, invitó a “aceptar la realidad” nueva y, por lo demás, sacrílega, hija de la apostasía en masa del último medio siglo.
Un ejemplo muy concreto del “cambio de paradigma” en la Iglesia promovida desde el Concilio Vaticano II y ahora en un auge durante el pontificado de Francisco I.
San Francisco de Asís
Siervo perfecto de la Dama Pobreza Una de las mayores vocaciones de la Historia de la Iglesia, el fundador de la Orden Franciscana recibió los