¡Soberano Señor sacramentado! Acércome contrito y fervoroso á vuestros augustos piés para ofreceros mis pobres homenajes de reparación, hoy que os veo por tantos de mis hermanos desconocido y ultrajado, y para juntamente pediros para sus almas luz, misericordia y perdón. ¡Acompañadme Vos, Madre mia y de todos los pecadores, María! para que á pesar de mis faltas sean bien acogidas estas preces ante el trono de Su Divina Majestad.
Glorioso San José, Santos .Patronos y abogados míos y de esta población; Ángeles que á millares estáis rodeando en estos momentos el solitario Tabernáculo; vosotros en particular, Custodios fieles de mi alma y de las de mis prójimos por quien voy á rogar, interceded por ellos y por mí. Y haced todos que sea para mayor gloria divina, y para bien mio y de todos los pobrecitos pecadores, este acto de desagravio que me propongo practicar. Amen.