La Asociación Civil Fátima La Gran Esperanza, entidad cuyo objeto central es difundir las devociones tradicionales católicas con el fin de avivar la práctica de las virtudes en nuestros hermanos en la Fe; ante el pedido de sus socios y simpatizantes, ha decidido dirigirse a la opinión pública con motivo de las elecciones del próximo 19 de noviembre, dada la relevancia excepcional de las mismas para el futuro de nuestra vida política y social.
Nuestro análisis es el de seglares católicos que tenemos el deber de impregnar y perfeccionar el orden temporal, en virtud del Bautismo y de la Confirmación.
Inspirados en esa responsabilidad, al cuestionar aspectos opinables en materias sociales, procuramos no seguir nuestro propio criterio sino atenernos firmemente a la realidad de los hechos, expresando:
Todo régimen político, económico y social, se basa, en último análisis, en una metafísica y en una moral
Por el propio hecho de existir, por el natural prestigio del Poder Público, bien como por la enorme fuerza del ambiente y del hábito, un régimen vigente induce a la población a aceptar como buenas, normales, hasta indiscutibles, la cultura y el orden temporal en que vive, cultura y orden que son consecuencias de los principios metafísicos y morales dominantes.
El orden temporal ejerce, pues, una acción formadora o deformadora profunda sobre el alma de los pueblos y de los individuos. (cfr Plinio Correa de Oliveira, “La libertad de la Iglesia en el estado comunista”, obra oportunamente alabada por la Santa Sede).
Así las cosas, entramos a ponderar el legado inicuo que ha dejado el kirchnerismo y que aqueja la vida social de la Argentina.
Basta enumerar aquí algunas de sus nefastas obras: implementó un educación que asegura el aborto y la elección de sexo; sancionó una ley que permite un matrimonio entre personas del mismo sexo; dictó normas que posibilitan una apariencia de cambio de sexo fundada en un falso derecho a la “identidad sexual” subjetiva; consagró un “derecho” de la madre a matar a su hijo en su propio vientre; hizo desaparecer de la legislación Civil Argentina “la patria potestas”, etc.
infringiendo los preceptos divinos de “no robar” y de “no codiciar los bienes ajenos” el kirchnerismo atacó sistemáticamente el derecho de propiedad, estimulando usurpaciones de terrenos y establecimientos productivos.
Como ocurre, inevitablemente, con todos los países que caen bajo las garras de la izquierda socialo-comunista, su catastrófica política económica arrastró a la Argentina hacia la miseria.
La absurda inflación en la que hemos caído, constituye específicamente un robo, que perjudica a los más necesitados.
En el orden internacional, el gobierno, tanto en ésta como en sus anteriores “administraciones”, nos vinculó a dictaduras totalitarias y marxistas a través del Grupo Puebla, Brics, etc. Incluso con la tiranía Nicaragüense que encarcela Obispos y Sacerdotes al igual que la China Comunista.
A mayor abundamiento, José Luis Gioja, expresó que el Partido Comunista Chino y el Partido Justicialista comparten las mismas metas e ideológicamente persiguen los mismos objetivos (ver nota:
https://www.lanacion.com.ar/politica/el-inedito-video-de-la-cadena-china-de-noticias-sobre-el-pj-y-el-partido-comunista-nid19072021/).
Ante esta situación, era de esperar que nuestros Pastores dirigieran una advertencia a los fieles previniéndolos contra los principios anticatólicos que inspiran al actual gobierno.
En vez de ello, la voz que escuchamos fue la del Arzobispo de Bs.As. quien advirtió que no se debe creer en “los cantos de sirena”, así como a no abandonar el Evangelio, pareciendo criticar, insólitamente, a la fórmula opositora. Nada se dice respecto del huracán de inmoralidades promovido por quienes están en el poder. En lugar de defendernos de los lobos, Monseñor García Cuerva parecería intentar entregar el rebaño a aquéllos.
La única alternativa de que hoy dispone la ciudadanía para oponerse al torrente de infamias que sufrimos, es la fórmula opositora que, al menos, defiende la vida, la libertad como está consagrada en nuestra Constitución y se opone a la infame “Agenda 2030” dictada por funestas organizaciones internacionales inspiradas en un espíritu anti cristiano.-
Así siendo, pedimos — con todo respeto y derecho — a nuestros Obispos y Sacerdotes, se pronuncien sobre la trágica situación que enfrenta nuestro país ante la posible continuidad del perverso régimen que estamos sufriendo.
Por nuestra parte, habida cuenta de la utilidad común, planteamos en conciencia a la ciudadanía la responsabilidad de votar por la fórmula opositora: se trata de una buena acción en cuanto apunta a oponerse a un proceso que quiere comunizar nuestra Patria.
Se busca ese efecto y no otro que pueda ser objetable. Existe una causa proporcionada a la gravedad del peligro que enfrentamos y que pone en riesgo la existencia misma de una Argentina auténtica, cristiana y fuerte.
Imploramos a la Mediadora Universal de todas las gracias, bajo la advocación de Nuestra Señora de Luján, Reina de la Patria, inspire a los ciudadanos a rechazar el régimen perverso que padecemos, votando por la única alternativa posible para preservar los valores esenciales en juego.
Carlos A. Benitez Meabe
Presidente
1 thought on “Elecciones: ¿Hacia dónde va Argentina?”
Felicitaciones por este artículo excelente que nos orienta para estas elecciones. Que la Virgen de Luján nos salve del comunismo!!!