16 de junio de 2023
Fiesta del Sagrado Corazón de Jesús
Mis más sinceras felicitaciones por la publicación de El proceso sinodal: Una caja de Pandora, que aborda con claridad y amplitud una situación
gravísima en la Iglesia de hoy. Es una situación que con razón preocupa a todo católico reflexivo y a toda persona de buena voluntad que observe el daño evidente y grave que se está infligiendo al Cuerpo Místico de Cristo.
Se nos dice que la Iglesia que profesamos —en comunión con nuestros antepasados en la fe desde el tiempo de los Apóstoles— como Una, Santa, Católica y Apostólica, ahora será definida por la sinodalidad, un término que no tiene historia en la doctrina de la Iglesia y para el cual no existe una definición razonable. La sinodalidad y su
adjetivo, sinodal, se han convertido en consignas con las cuales se está fraguando una revolución para cambiar radicalmente la autocomprensión de la Iglesia, de acuerdo con una ideología contemporánea que niega mucho de lo que la Iglesia siempre ha enseñado y practicado. No es una cuestión puramente teórica, pues esta ideología ya se ha puesto en práctica desde hace algunos años en la Iglesia en Alemania, difundiendo ampliamente la confusión y el error y su fruto, la división —de hecho, el cisma— con grave daño de muchas almas. Con el inminente Sínodo sobre la Sinodalidad, es razonable temer que la misma confusión, error y división puedan afectar a la Iglesia universal. De hecho, ya ha comenzado a suceder a través de la preparación del Sínodo a nivel local.
Solo la verdad de Cristo, tal como nos es transmitida en la perenne e inmutable doctrina y disciplina de la Iglesia, puede abordar eficazmente la situación, revelando la
ideología subyacente, corrigiendo la confusión mortal, el error y la división que se está propagando, e inspirando a los miembros de la Iglesia a emprender la verdadera reforma, que es la conversión diaria a Cristo vivo para nosotros en la enseñanza de la Iglesia, en su oración, su adoración y su práctica de las virtudes y de la disciplina. El proceso sinodal: Una caja de Pandora, a través de una serie de cien preguntas y respuestas, hace brillar la luz de Cristo y la verdad de Cristo sobre la preocupante situación actual de la Iglesia. El estudio de estas preguntas y respuestas ayudará a los católicos sinceros a ser “colaboradores en favor de la verdad” de Cristo (3 Jn 8), como todos los miembros de la Iglesia están llamados a serlo, y así a ser agentes de la renovación de la Iglesia en nuestro tiempo, fieles a la Tradición Apostólica.
Agradezco a todos los que trabajaron tan diligente y excelentemente para formular las preguntas apropiadas y brindar respuestas competentes. Es mi esperanza que el fruto de su trabajo esté disponible para los católicos de todo el mundo para la edificación de la Iglesia, como nos enseña san Pablo: “Por el contrario, viviendo en la verdad y en el amor, crezcamos plenamente, unidos a Cristo. Él es la Cabeza” (Ef 4, 15).
Por intercesión y bajo la protección de la Virgen Madre de Nuestro Señor, la Santísima Virgen María, que Él nos ha dado como Madre en la Iglesia (Jn 19, 26-27), que el
grave daño que ahora amenaza la Iglesia sea apartado, para que, fiel a Nuestro Señor, que es nuestra única salvación, Ella pueda cumplir su misión en el mundo.
Con el más profundo afecto y estima paternal, devotamente vuestro en el Sagrado Corazón de Jesús y en el Inmaculado Corazón de María.
Raymond Leo Cardenal BURKE